domingo, 24 de febrero de 2008

Dodecafónica

Desde hace algunas semanas, yo, que confundo a Stravinsky con Tchaikovsky y a Prokofiev con Debussy, formo parte del stuff de la revista Doce Notas y me encargo de su web, con todo mi amor: www.docenotas.com

martes, 12 de febrero de 2008

Tom McCarthy: Mind the gap

En un mundo como el tuyo y como el mío, hay un tipo como tú o como yo, al que le cae algo en la cabeza. Su regreso al mundo no es, empero, trivial: contiene ocho millones y medio de libras que le impiden hablar del “accidente” por siempre jamás, pero le permitirán hacer otras cosas. Y, ¿qué hace? Re-crear una y otra vez los momentos de su vida que le devuelven la sensación de realidad perdida.


Tom McCarthy (Londres, 1969) irrumpe en el panorama internacional con “Residuos”, novela que, con apariencia de epopeya cotidiana y sin heroicidad, está construida como una espiral de obsesión por eliminar ese vacío, ese “residuo” de la conciencia que nos separa de la realidad. Un “hombre-cualquiera”, en un Londres tan vivo que se siente, asume la misión, egoísta y desinteresada al tiempo, de producir tantas repeticiones como sean necesarias para acceder a otro nivel de percepción. Ballard, Burroughs y Cervantes en el tejido referencial y una lectura que incrementa la tensión y la profundidad psicológica a medida que avanza.

¿De dónde te viene el hábito de escribir? Crecí en una familia literaria, y siempre asumí que debía ser escritor. Con siete años, escribí ‘Macbeth, por Tom McCarthy’. No me importaba que alguien lo hubiese escrito antes –pero tampoco le importaba a Shakespeare. Creo que abandoné a medio camino y salí a jugar al fútbol.

¿Cómo nació la International Necronautical Society, que tú fundaste? Estaba muy interesado en las formas de las vanguardias del siglo XX: manifiestos, comités, proclamas, expulsiones.., y me planteé una actualización semi-paródica para poner en juego algunas preocupaciones litearias, como el tema de la repetición, muerte y representación. Estaba muy involucrado con el mundo artístico, y en ese contexto ya se usaban estructuras parecidas, como la Association of Autonomous Astronauts o NSK (Neue Slovenishce Kunst).

Y ¿por qué una novela? ¿Cómo nació el argumento? La novela es un formato convencional, pero permite exploración infinita dentro de sí. “Ulises” es una novela... El argumento de “Residuos” nació por accidente: estaba en una fiesta, mirando fijamente una grieta en la pared, y tuve un momento de intenso déjà-vu, como el protagonista. Pensé: “¿No sería precioso poder reconstruir este instante? Y después, ¿dónde te detendrías?..”

¿Cómo describirías la “búsqueda” que emprende el narrador? Él reconstruye obsesivamente ciertos momentos, de tal forma que puede habitar su tiempo y su “modo”; y re-crea situaciones más extremas cada vez. Esas re-creaciones son para él como modulaciones y escalas alrededor de una idea fija.

¿Por qué sin nombre? Él es Cualquier Hombre: tú, yo, todo el mundo y ninguno. Para los Cíclopes, Odiseo tampoco tiene nombre.

Esa “búsqueda de realidad” está muy alejada de la metafísica, ¿por qué? El héroe siente al principio un ansia de trascendencia metafísica, pero termina comprendiendo que la materia y el caos son las cosas más reales que existen. En términos filosóficos, es una novela muy anti-metafísica: es como si pusiésemos a Hegel y Bataille en combate de boxeo, y Bataille noquea a Hegel y esparce su sangre por todas las primeras filas del público.

La exploración del protagonista, se diría, es del intervalo entre la conciencia y la realidad, tanto en el tiempo como en el espacio, ¿es así? Sí: el héroe experimenta la materia en el espacio, cuando se tumba a mirar el polvo moverse en el aire sobre su escalera; y la experimenta en el tiempo, observándolo flotar por horas, y preguntándose cuánto tiempo tardará en caer –y, por extensión, cuánto falta para que el universo y toda la materia colapse.

Re-crear para aproximarse a la realidad, ¿no es mentiroso? Cuanto más se aproxima a ella (una verdadera muerte), más cerca del éxito se siente… La paradoja que pone en juego el héroe de “Residuos” es la misma de Don Quijote: para ser más “auténtico”, tiene que ir hasta los últimos extremos de la artificialidad. En última instancia, accede a lo “real”, no mediante una “buena” simulación, sino más bien a través de una ruptura dentro de su violencia estilizada: su “re-creación” del atraco sale fallida y empieza a ver morir gente –y, para él, eso es fantástico.

¿Qué estás escribiendo ahora? Una novela llena de la materia versus el ideal, historia y recuerdos y trauma. Se llama ‘C’ y trata del duelo y la tecnología. Vintage lo publicará en los Estados Unidos en 2009 o 2010, pero ¡aún tengo que acabarlo!

//Publicado en Go Magazine, febrero 2008. Residuos está publicado en Lengua de Trapo. El título, Mind the gap, es una pequeña broma personal//