lunes, 14 de diciembre de 2009

Fin (reseña)

Fin
David Monteagudo
Acantilado

Nueve personajes delineados con cuatro detalles de su aspecto y formas de reacción. Relato de foco desnaturalizado, sin un solo asomo de empatía, como el que haría la más incruenta de las cámaras de seguridad, acerca de un encuentro de confusa causa. Peripecias que convergen en una noche en un refugio, especie de “bodas de plata” de otra noche “mágica” para aquellos personajes, ahora veinticinco años más viejos, incapaces de encontrar una buena excusa para aquella amistad de contornos desvaídos por el tiempo. Una pesada broma que todavía les escuece en las conciencias. Viejas rencillas y rencores que se destapan, mezquindades de adulto con problemas para encarar el fracaso, torpeza relacional, inmadurez sentimental, ¡frustración! Nueve desconocidos que se han dejado convencer en cierta fiesta y... un apagón. Ya pueden ver las estrellas y encontrarse con ellos mismos. En la primera aventura narrativa de David Monteagudo, trescientas cincuenta páginas saben a poco. Ni el autor sabe más que los personajes a los que maltrata, ni el lector se despega ni un momento de la ignorancia que a ellos acosa. Ha de seguir, dar la vuelta a la página, comenzar otro capítulo, exprimir los sentidos de cada nueva frase descriptiva, austera, ausente, incisiva de tan poco comprometida. Prosa sin brillantez, pero brillante. Es imperativo saber qué será de estos nueve, bajo esa desarmante amenaza que se los va comiendo. Apaguen sus televisores -dejen la serie de moda para después- y abran “Fin”.

//Publicado en Go Magazine 106 Diciembre 2009. Sobre el mismo libro, también escribí una crítica en este sitio, Estado Crítico.//

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