Deborah no sabía por qué, pero en casa había caído una especie de maldición. Una maldición matemática. Tenía una hermanita, o eso le habían dicho. Ella era una, hasta hace algún tiempo. Algo así como ocho semanas, los mayores saben cuantificar bien estas cosas. Luego, había llegado la hermanita; probablemente era un bebé, ella la oía llorar a menudo, pero no sumaba con ella. Sumaba restando. Seguía siendo una, pero estaba cerca de ser cero. A Deborah, más bien le parecía que no había ninguna.
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Este título está agazapado en mis apuntes esperando ser una realidad desde hace años -no podría precisar cuántos. Ya existe y hace el cuento número 7. Es como la pareja ideal para el cuento que se llama Niño desnudo. Van 84 páginas de Monstruos.
Nos mudamos
Hace 11 años
2 comentarios:
Carolina,ayer te recorde cuando oi la noticia de la muerte de Coco de Silvania,que lastima,amiga,besos,Alicia.
Hola, Carolina... debes actualizar tu enlace a mi blog, porque aún lo tienes como .com y hace mucho tiempo que lo cambiamos a .es
Hasta ahora no había problema, porque aunque pusiese .com se autodirigía al blog, porque los dos dominios eran míos, pero ayer caducaron y solo renové el .es, por lo que tu enlace ya no lleva a ninguna parte.
Gracias. Besos.
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