Ya no creo en nada. El mundo se cae a mi alrededor. Se sigue cayendo y no me entero. No me queda nada más que leer. Escribir.
La hermanita calva de Deborah Ramos es mi mejor relato. Es esta caída libre cuando sabes que no hay lenguaje en el mundo capaz de comunicar lo que necesitas pedir. La música, que no sé que hacer con ella pero vivo con ella. Llevo cuatro escuchas de
St Elmo's Fire, el track número tres del álbum
Another Green World de Brian Eno. La canción me la puso Epi, un guitarrista tan maravilloso como Robert Fripp, en su casa, hace dos docenas de años por lo menos. Sigue estando aquí. Cuando más sola estoy. Cuando más hundida estoy.
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