domingo, 11 de octubre de 2009

Dissipatio humani generis (reseña)


Dissipatio humani generis
Guido Morselli
Laetoli

La “desaparición del género humano”: admítelo, has fantaseado con ello muchas veces. Aunque posiblemente no se te ha ocurrido que pudiera quedar atrás una sola persona. El personaje narrador de “Dissipatio humani generis” ha decidido quitarse la vida antes de cumplir cuarenta años. Se interna en una cueva para arrojarse al lago pero en la madrugada se arrepiente. Cuando regresa, el mundo se ha vaciado de personas, los humanos se han evaporado y queda toda su industria atrás, exacerbada de sentido. Se enfrenta entonces a su nueva situación: esa soledad, soñada tantas veces, arrastra la grandeza de convertirlo en único portavoz del fin de la especie y la miseria de no tener a quien contárselo. En medio de las torpes estrategias de subsistencia, está el diálogo con una realidad bruta, la necesidad de adaptación, el miedo, la constatación de la ausencia de Historia, la desintegración progresiva de la individualidad -ahora que sólo hay un individuo- y un turbio descenso a las capas bajas de la conciencia. No es una narración cómoda, no está vertebrada, se engancha al género diario, con toda su fragmentación, al mismo tiempo que al ensayo, con la psicología y la sociología como ingredientes; la cultura acumulada durante años como gesto cada hora más absurdo. La fábula escatológica del italiano, apenas degustado en nuestro país, es, además de provechosa para cualquiera, una de esas perlas imperdibles para los que indagamos tenazmente en lecturas rellenas de intelectualidad y morbo.

//Publicada en Go Magazine Octubre 2009//

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