Reseña publicada en Clone, enero-febrero 2007.
Un hombre: Klaus Klump
Gonçalo M. Tavares
Mondadori
Qué le sucede a un hombre fuerte en un contexto de guerra. El portugués Gonçalo M. Tavares –autor aún por descubrir aquí- se propuso esta cuestión como fondo en la primera novela que le han traducido al español (lleva cuatro años publicando sin pausa en su país). Este libro debe, por tanto, tomarse como aperitivo, como una degustación (breve e intensa) de lo que está por llegar. Con “Un hombre: Klaus Klump” (perteneciente al ciclo llamado de “novelas negras”) el autor investiga en la materia ausente de la naturaleza, en la violencia que produce la guerra sobre los hombres, en la forma maleable de las conciencias y el tejido social. La lectura de esta novela es de una intensidad no apta para cómodos. Hay algo de destilado en esta prosa, una cualidad de decantación que la hace espesa y consistente, y mucho más compleja de lo que podría uno esperarse. Se trata de una literatura –alta, por las miras, por la ambición - que apuesta por concentrarse en las cosas, por usar lo material del mundo (perros, ruidos, olores, manos, pelos, llagas, cuchillos y balas), al tiempo que fomenta el pensamiento. Con una cualidad analítica propia de la filosofía, con fervorosa confianza en la palabra, pero al mismo tiempo, desde la humildad, evitando como la peste entregar respuestas cerradas, Tavares se sitúa en la mejor tradición europea que hace hermanas a la narrativa y la ética. Pocos se atreven hoy por hoy a abrir con el bisturí del lenguaje la sustancia moral de los tiempos y de los hombres.
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